sábado, 18 de abril de 2015

Competencias TIC para el desarrollo docente: nivel improvisación


Por: Julliana Roldán 
El Gobierno actual expidió en el año 2010 la renovación de un documento que nace en el año 2008 bajo el seno del gobierno anterior, y que contempla una propuesta encaminada a potenciar las competencias TIC de todo aquel que ejerza la bella profesión docente o pretenda ejercerla. Dicho documento tiene por nombre Competencias TIC para el desarrollo profesional docente; allí se describen las siguientes cuatro competencias: 1 Tecnológica, 2 Comunicativa, 3 Pedagógica, 4 De gestión; las cuales deben ser desarrolladas a la luz de la "innovación educativa con uso de TIC":
Ademas, se detallan tres niveles que permiten medir en qué etapa de desarrollo de las competencias ya mencionadas se encuentra cada docente. Los niveles han sido estipulados así:
Nivel exploración: Básico
Nivel Integración: Medio
Nivel Innovador: Máximo

Se destaca el nivel innovador no sólo como el más alto, sino también como el más importante y beneficioso para el país, argumentando que la innovación de la mano de la educación es sinónimo de cambio, de pensamiento crítico, de transformación social y cultural, en pro de la calidad de vida. Ciertamente es un buen planteamiento, pero al contrastarlo con la realidad, tristemente se percibe que se ha quedado en el papel.
Sucede que es un proyecto sumamente ambicioso, descontextualizado, improvisado, ilusorio. Y nada de malo tiene ambicionar cuando se tiene como propósito alcanzar buenos fines, de hecho, puede ser un motor para la innovación. El problema en este caso es que al no aterrizar la propuesta, se pretende tapar el sol con un dedo, ignorar la realidad, pasar por encima de ella a ojos ciegos y oídos sordos.

Es el colmo que se hable de maestros innovadores, expertos en las TIC, mientras no se creen verdaderas políticas educativas que solucionen los problemas de calidad y mejoren la condición salarial de miles de profesores; es reprochable que con la importancia que representan para cualquier sociedad, aquí se les siga dando un reconocimiento paupérrimo. Cuando se piensa en medios audiovisuales como estrategia de aprendizaje también deberían pensar en el dotamiento de sillas para aquellas instituciones educativas que acogen a sus estudiantes en empolvados suelos...Por lo menos deberían empezar por ahí (no sé si parezca mucho pedir), para que la propuesta contemplada en aquel documento, pierda la apariencia de cuento de hadas traído de Gringolandia y pueda comenzar a ser aplicada con éxito en todo el territorio nacional.

                    EXPECTATIVA


REALIDAD